FITA Fundación

Nos hemos acostumbrado a escuchar/leer el concepto de hiperactividad ligado a un Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), y vinculamos la hiperactividad a aquello que les pasa a los niños más “movidos”. Si desvinculamos el concepto de cualquier patología podríamos definir la hiperactividad como un aumento de la actividad motora.

¿Qué relación puede tener la hiperactividad con los Trastornos de la Conducta Alimentaria?

Las personas que sufren TCA pueden desarrollar un aumento de la actividad motora con la finalidad, consciente o no, de perder preso. Es posible que lo primero que nos venga a la cabeza ahora mismo sea alguien, que cualquiera de nosotros haya podido ver en un gimnasio, haciendo más ejercicio del que sería recomendable y, sobre todo, saludable. También podemos pensar que este aspecto afecta sólo a personas que se dedican al deporte de competición. Si este fenómeno sólo se desarrollara en el ámbito deportivo sería más fácil de detectar y abordar. Pero este hecho no es exclusivo de personas que practican deporte de manera desmesurada y/o compulsiva, afecta también a adolescente, jóvenes y adultos que realizan actividad física en contextos cotidianos que no lo requieren.

La actividad física y el deporte son hábitos necesarios y saludables. Pero es importante que la práctica deportiva se ajuste a las necesidades y características de la persona que las desarrolla. No desarrollan la misma actividad física un deportista de élite que un adolescente que practica un deporte de equipo en espacios informales (hora del patio, ocio…)

¿Qué tipo de actividad física nos puede alertar?

Cuando la práctica deportiva es desmesurada, compulsiva, fuera de lo normal o de lo que es habitual para la persona, es más fácil tomar conciencia que algo no va bien. Pero hay situaciones que podemos llegar a normalizar o que nos pasan desapercibidas y que sumadas a las señales de alerta pueden ayudar a detectar un posible Trastorno de la Conducta Alimentaria.

La carencia de control sobre aspectos relevantes de la propia vida puede conducir a la necesidad de controlar el propio cuerpo. Si tienes dudas o crees que puedes estar desarrollando un TCA o alguien cercano a ti, puedes contactar con nosotros:

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